Dr. Jerome Lejeune, Profesor de Genética de la Universidad de París ya fallecido:
«Aceptar el hecho de que tras la fertilización, un nuevo ser ha comenzado a existir no es una cuestión de opinión. Es una evidencia experimental. ¡No hay absolutamente ninguna duda! El cadáver será muy pequeño…Pero existe un ser humano que ha desaparecido porque usted lo ha matado. Sobre esto no hay ninguna duda».
Declaración firmada por 1,400 profesores universitarios, España:
«El aborto es un atentado a todos los derechos humanos, a todo orden moral, y, por tanto, una amenaza gravísima a toda la sociedad».
Marivi Prado, Presidenta, Mujeres Pro Derechos Humanos, Conferencia de Prensa en Miami, 20 de julio de 1989:
«Como activistas de una organización a favor de los derechos humanos, reafirmamos una vez más el principio básico que sostiene nuestro movimiento, el respeto al derecho humano y nuestra responsabilidad de denunciar las violaciones que se cometen contra este derecho. El aborto provocado es la mayor violación al derecho humano, porque destruye la vida de una criatura inocente e indefensa quo no tiene voz ni nadie que la defienda. Mujeres Pro Derechos Humanos se creó bajo el lema ‘La voz de los que no pueden hablar’, y hoy reafirmamos que salimos a la palestra en defensa del débil, del oprimido, y del que no se puede dejar oír, por estar en prisión política o por no haber nacido. Consideramos a cualquier gobierno local, estatal o nacional que favorezca por sus leyes la violenta interrupción de la vida, como violador del derecho humano.»
«Venimos a hacer un llamado a la mujer a respetar la dignidad de toda vida humana, lo que está en juego son las vidas de las futuras generaciones … el derecho a la vida de nuestros niños está siendo enterrado bajo la retórica de los derechos de la mujer».
Julián Marías, filósofo y periodista español:
«A veces se usa una expresión de refinida hipocresía para denominar el aborto provocado, se dice que es la ‘interrupción del embarazo’. Los partidarios de la pena de muerte tienen resueltas las dificultades. ¿Para qué hablar de tal pena de muerte? La horca o el garrote pueden llamarse ‘interrupción de la respiración’ (y con un par de minutos basta); ya no hay problema. Cuando se provoca el aborto o se ahorca no se interrumpe el embarazo o la respiración; en ambos casos se mate a alguien. He dicho hace ya tiempo que lo más grave que ha ocurrido en el siglo XX, sin excepción, es la aceptación social del aborto. No el hecho excepcional que siempre ha acontecido, sino su consideración como algo admisible, incluso un ‘derecho’ con total olvido de que el aborto provocado consiste simplemente en matar al niño antes de que nazca.»
Padre Warenfried van Straaten al Congreso Internacional de la Familia en Viena:
«El pecado más horrible que se comete en el mundo occidental, es el asesinato de millones de niños que no han nacido. Si no detenemos este baño de sangre vendrán los bárbaros y destruirán nuestros templos, porque Jesús reehusará habitar en ellos si no le damos la bienvenida en sus niños más pequeños. ¿Cuántos hombres y mujeres tendrán que bajar la cabeza avergonzados cuando se escriba la historia de los Santos Inocentes’? A las madres de Belén les arrebataron sus hijos. ¿pero qué está sucediendo en el occidente cristiano?… la sangre de estos niños asesinados clama al cielo, y su llanto será oído por el Dios Justo».